Asignación de tareas imposibles de cumplir en plazos irreales forma de acoso por sobrecarga

La asignación de tareas imposibles de cumplir en plazos irreales como forma de acoso por sobrecarga es una realidad silenciosa que afecta a miles de trabajadores. Si cada día llegas a tu puesto y te encuentras con montañas de trabajo imposibles de completar, con deadlines absurdos y una sensación constante de ahogo profesional, no estás imaginando cosas. No es falta de capacidad tuya. Como abogado especializado en mobbing, he visto cómo esta estrategia deliberada destruye la autoestima y salud de buenos profesionales. Te prometo que hay salidas legales efectivas, y en este artículo te explicaré cómo identificar este tipo de acoso, qué dice la ley al respecto y qué pasos concretos puedes dar para protegerte.

¿Qué es la sobrecarga laboral como estrategia de acoso?

La sobrecarga laboral intencionada constituye una forma sofisticada de acoso psicológico en el trabajo. A diferencia de insultos o humillaciones directas, este método es particularmente perverso porque se camufla bajo la apariencia de «exigencia profesional» o «necesidades de la empresa». El acosador asigna sistemáticamente volúmenes de trabajo desproporcionados o establece fechas límite imposibles, creando un escenario donde el fracaso está garantizado.

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En mi despacho recibo semanalmente casos como el de María, una contable a quien su jefe asignaba el trabajo de tres personas con plazos que ni trabajando 24 horas diarias podría cumplir. «Me sentía como un hámster en una rueda que gira cada vez más rápido», me confesó en nuestra primera consulta.

Características del acoso por sobrecarga imposible

  • Desproporción evidente entre el volumen de trabajo y el tiempo asignado
  • Selectividad (no todos los empleados reciben la misma carga)
  • Persistencia en el tiempo, no son situaciones puntuales
  • Críticas constantes por no alcanzar objetivos imposibles
  • Negación de recursos necesarios para completar las tareas

Cómo identificar si sufres acoso por asignación de tareas imposibles

Distinguir entre una alta exigencia laboral legítima y el hostigamiento por sobrecarga deliberada puede resultar complicado. Sin embargo, existen señales inequívocas que he identificado tras años defendiendo a víctimas de este tipo de mobbing:

Señales de alerta

  • Te asignan plazos irreales que tus compañeros no reciben
  • Las tareas cambian constantemente sin justificación
  • Se te niegan herramientas o información esencial para completar el trabajo
  • Recibes críticas desproporcionadas cuando no cumples objetivos imposibles
  • Tus solicitudes de ayuda o redistribución son sistemáticamente ignoradas
  • Experimentas ansiedad, insomnio o síntomas físicos ante la presión constante
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Como profesional que ha tratado numerosos casos, puedo afirmar que cuando la sobrecarga es una estrategia de acoso, siempre hay un patrón de intencionalidad. No son simples picos de trabajo o crisis empresariales temporales, sino una metodología sostenida para quebrar psicológicamente al trabajador.

Marco legal: qué dice la ley sobre la sobrecarga laboral como acoso

La asignación sistemática de tareas imposibles está contemplada en nuestro ordenamiento jurídico como una forma de acoso laboral. El art. 4.2.e) del Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho «al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad», mientras que la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) en su art. 14 establece la obligación empresarial de garantizar la seguridad y salud de los trabajadores, incluyendo la prevención de riesgos psicosociales.

Además, el Tribunal Supremo, en sentencias como la STS 4742/2018 de 16 de octubre, ha reconocido que la sobrecarga deliberada constituye una conducta de acoso cuando busca dañar psicológicamente al trabajador o forzar su abandono.

Estrategias para documentar el acoso por sobrecarga imposible

Si estás sufriendo este tipo de hostigamiento, la documentación será tu mejor aliada. Aquí viene lo que nadie te cuenta: el éxito de una denuncia por acoso mediante asignación de tareas imposibles depende en gran medida de las pruebas que puedas aportar.

Documentación efectiva

  • Registro detallado de las tareas asignadas y plazos (fecha, hora, medio)
  • Comunicaciones escritas donde expreses la imposibilidad de cumplir los plazos
  • Comparativas objetivas con la carga de trabajo de otros compañeros
  • Informes médicos que acrediten el impacto en tu salud
  • Testimonios de compañeros que puedan corroborar la situación

Recuerdo el caso de Carlos, un ingeniero al que su supervisor asignaba proyectos con plazos un 70% más cortos que al resto del equipo. Gracias a que documentó meticulosamente cada asignación durante meses, pudimos demostrar el patrón de acoso y ganamos la demanda con una indemnización por daños psicológicos.

Pasos para enfrentar la sobrecarga laboral como estrategia de acoso

Enfrentarse a este tipo de mobbing requiere una estrategia clara. Basándome en mi experiencia defendiendo a víctimas de acoso por asignación de cargas laborales imposibles, recomiendo seguir estos pasos:

  1. Comunica formalmente la situación a RRHH o superior jerárquico
  2. Solicita por escrito una redistribución razonable de tareas
  3. Activa el protocolo anti-acoso si existe en tu empresa
  4. Acude a delegados sindicales o representantes de trabajadores
  5. Consulta con un médico si experimentas síntomas físicos o psicológicos
  6. Busca asesoramiento legal especializado en acoso laboral
  7. Presenta denuncia ante Inspección de Trabajo si la situación persiste
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Cuando una persona llega a mi despacho sufriendo acoso por sobrecarga laboral imposible, lo primero que hacemos es validar su experiencia y explicarle que no está sola. Muchas víctimas han normalizado tanto el maltrato que dudan de su propia percepción.

Preguntas frecuentes sobre el acoso por sobrecarga laboral

¿Puede considerarse acoso laboral asignar mucho trabajo en poco tiempo?

No cualquier sobrecarga constituye acoso. Para que la asignación de tareas imposibles sea considerada mobbing debe ser sistemática, selectiva (dirigida específicamente contra determinados trabajadores) y tener como finalidad el daño psicológico o la autoexclusión del empleado. Los picos puntuales de trabajo que afectan a toda la plantilla por igual no constituyen acoso, aunque puedan ser cuestionables desde otras perspectivas laborales.

¿Qué indemnización puedo recibir por acoso mediante sobrecarga laboral?

Las indemnizaciones por acoso a través de tareas imposibles varían según la gravedad, duración y consecuencias. Pueden incluir: indemnización por extinción del contrato (art. 50 ET) equivalente a 33 días por año trabajado, indemnización adicional por daños morales (que puede oscilar entre 6.000€ y 50.000€ según jurisprudencia reciente), y compensación por incapacidades derivadas del acoso si se reconocen como contingencia profesional.

¿Puedo grabar conversaciones como prueba de que me asignan tareas imposibles?

Las grabaciones en el entorno laboral son admisibles como prueba siempre que sea usted participante directo en la conversación. El Tribunal Supremo ha establecido en múltiples sentencias (como la STS 250/2017) que grabar una conversación propia no vulnera el derecho a la intimidad. Sin embargo, recomiendo complementar estas pruebas con otras documentales y testimoniales para fortalecer el caso.

Conclusión: recupera el control frente al acoso por sobrecarga

La asignación deliberada de tareas imposibles en plazos irreales es una forma especialmente dañina de acoso laboral, precisamente porque se camufla bajo la apariencia de exigencia profesional legítima. Si te identificas con las situaciones descritas, es fundamental que entiendas que no es tu capacidad la que está en cuestión, sino que estás siendo víctima de una estrategia de hostigamiento.

No esperes a que tu salud se deteriore irreversiblemente. El ordenamiento jurídico te protege, pero necesitas actuar con estrategia y determinación. Documenta, comunica y busca apoyo especializado. Como he comprobado en numerosos casos defendidos con éxito, es posible recuperar la dignidad laboral y obtener la reparación que mereces.

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Pablo Ródenas

Abogado ejerciente del ICAM con más de 15 años de experiencia. Colegiado del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, colegiado número de colegiado 128.064. Especializado en penal, familia e inmobiliario Actual Director del bufete Ródenas Abogados y Asociados S.L.U. Licenciado en Derecho por la Universidad Instituto de Estudios Bursátiles (I.E.B.) con Máster de Acceso a la Abogacía.

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