No estás solo si cada mañana sientes un nudo en el estómago al pensar en ir a trabajar. El mobbing vertical descendente o acoso laboral por parte de superiores jerárquicos es una realidad que afecta a miles de trabajadores en España. Como abogado especializado en estos casos, he visto cómo personas brillantes y comprometidas acaban destruidas por estrategias sistemáticas de hostigamiento desde posiciones de poder. Te prometo que hay salida y que existen mecanismos legales para protegerte. En este artículo te explicaré cómo identificar este tipo de acoso, qué derechos te amparan y qué pasos concretos puedes dar para defenderte.
¿Qué es el mobbing vertical descendente en el entorno laboral?
El acoso laboral vertical descendente se produce cuando una persona con poder jerárquico en la empresa (jefe, supervisor, director) ejerce conductas de hostigamiento sistemático hacia un subordinado. A diferencia de otros tipos de mobbing, aquí existe un claro desequilibrio de poder que complica aún más la defensa de la víctima.
Este tipo de acoso, también conocido como «bossing», se caracteriza por comportamientos reiterados que buscan minar la autoestima, aislar socialmente o incluso forzar la renuncia del trabajador. Lo más doloroso es que quien debería protegerte y facilitar tu desarrollo profesional se convierte en tu principal agresor.
Señales de alerta del acoso laboral desde posiciones de poder
Conductas habituales en el mobbing descendente
Identificar el acoso desde superiores jerárquicos es el primer paso para defenderse. Estas son algunas manifestaciones comunes:
- Asignación de tareas imposibles o sin los recursos necesarios
- Críticas constantes y desproporcionadas ante compañeros
- Bloqueo sistemático de promociones o formación
- Aislamiento físico o exclusión de reuniones importantes
- Desacreditación profesional y rumores malintencionados
- Sobrecarga extrema de trabajo o vaciado de funciones
- Cambios constantes en horarios o condiciones laborales
Recuerdo el caso de Elena, una comercial con excelentes resultados que, tras un cambio de dirección, comenzó a ser excluida de reuniones, se le negaron clientes importantes y su nueva jefa cuestionaba públicamente cada decisión que tomaba. «Pensé que me estaba volviendo loca», me confesó en nuestra primera reunión. No, no estaba loca; estaba siendo víctima de un hostigamiento vertical sistemático.
Consecuencias del mobbing vertical descendente para la víctima
El acoso desde posiciones de poder genera un impacto devastador en múltiples niveles:
Impacto psicológico y físico
- Ansiedad crónica y ataques de pánico
- Depresión y pensamientos autodestructivos
- Trastornos del sueño persistentes
- Problemas digestivos y cardiovasculares
- Síndrome de estrés postraumático
Consecuencias profesionales y sociales
- Deterioro del rendimiento laboral
- Aislamiento social dentro y fuera del trabajo
- Pérdida de oportunidades profesionales
- Daño reputacional injustificado
- Problemas económicos por bajas médicas prolongadas
En mi experiencia como abogado especializado en casos de acoso laboral jerárquico, he comprobado que muchas víctimas tardan en buscar ayuda porque normalizan el maltrato o temen represalias aún peores. No esperes a que tu salud se deteriore irreversiblemente.
Marco legal contra el mobbing vertical descendente en España
Nuestro ordenamiento jurídico ofrece diversas vías de protección frente al acoso laboral por superiores:
- El Estatuto de los Trabajadores (art. 4.2.e ET) reconoce expresamente el derecho «al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad»
- La Ley de Prevención de Riesgos Laborales (art. 14 LPRL) obliga al empresario a garantizar un entorno laboral seguro, incluyendo los riesgos psicosociales
- El Código Penal (art. 173.1 CP) tipifica como delito los tratos degradantes que menoscaben gravemente la integridad moral
- La Constitución Española (art. 10 y 15 CE) protege la dignidad y la integridad física y moral
El Tribunal Supremo, en sentencias como la STS 4372/2018 de 16 de octubre, ha reconocido el derecho a indemnizaciones por daños morales derivados del acoso laboral, adicionales a la posible extinción indemnizada del contrato.
Cómo actuar ante el acoso laboral de un superior jerárquico
Documentación y pruebas fundamentales
La batalla legal contra el mobbing vertical descendente se gana o se pierde en función de las pruebas. Recopila:
- Correos electrónicos, mensajes o comunicaciones escritas
- Registro detallado de incidentes (fecha, hora, lugar, testigos)
- Informes médicos que acrediten el daño psicológico
- Testimonios de compañeros (aunque sea difícil conseguirlos)
- Evaluaciones de desempeño anteriores al inicio del acoso
Como siempre digo a mis clientes: «documenta hoy lo que necesitarás demostrar mañana».
Pasos estratégicos para defenderse
- Activa el protocolo anti-acoso de tu empresa (si existe)
- Presenta una denuncia formal ante la Inspección de Trabajo
- Solicita la baja médica si tu salud está comprometida
- Considera la extinción del contrato por el artículo 50 ET
- Valora acciones penales en casos graves
Recuerda que no estás obligado a soportar un ambiente laboral tóxico. La ley te protege y existen mecanismos para hacer valer tus derechos.
Preguntas frecuentes sobre el acoso laboral vertical descendente
¿Puedo denunciar el mobbing si no tengo pruebas escritas?
Aunque es más difícil, sí es posible. Los informes médicos que acrediten daño psicológico, testigos, coincidencias temporales entre el inicio del acoso y cambios en tu rendimiento o salud, y la coherencia de tu relato pueden constituir un principio de prueba. Un abogado especializado puede ayudarte a identificar evidencias que quizás no has considerado.
¿Qué indemnización puedo reclamar por acoso laboral de un superior?
Además de la indemnización por despido improcedente (33 días por año trabajado) si optas por la extinción del contrato, puedes reclamar una indemnización adicional por daños morales y psicológicos. Esta varía según la gravedad del acoso, su duración, las secuelas y otros factores. He visto indemnizaciones desde 6.000€ hasta más de 50.000€ en casos graves con secuelas permanentes.
¿Cuánto tiempo tengo para denunciar el mobbing vertical descendente?
Los plazos varían según la vía elegida: un año para reclamaciones laborales desde el último acto de acoso, dos años para reclamaciones de daños y perjuicios, y de uno a cinco años para la vía penal según la gravedad. Lo importante es entender que el acoso suele considerarse una conducta continuada, por lo que el plazo comienza desde el último acto de hostigamiento.
Conclusión: Recupera el control frente al acoso laboral jerárquico
El mobbing vertical descendente representa una de las formas más destructivas de violencia psicológica en el ámbito laboral. Su particular crueldad radica en que proviene precisamente de quien tiene el deber de cuidar el bienestar del equipo. Sin embargo, no estás indefenso.
La clave está en romper el silencio, documentar sistemáticamente las conductas abusivas y buscar asesoramiento legal especializado cuanto antes. Cada caso de acoso que he defendido me ha enseñado que, aunque el camino no es fácil, es posible recuperar la dignidad, la salud y, en muchos casos, obtener una reparación justa.
Si estás atravesando esta dolorosa situación, recuerda: no eres tú quien está fallando, no estás exagerando y, sobre todo, no estás solo. El primer paso para liberarte del acoso laboral por superiores jerárquicos es reconocerlo y decidir que mereces un entorno laboral digno y respetuoso.


